Las prácticas de campo rurales se configuran como un espacio que facilita a los/as estudiantes de la
Licenciatura en Antropología aplicar los conocimientos teórico-metodológicos adquiridos durante su
formación académica con el fin de que puedan diseñar y elaborar un ejercicio de investigación social de manera integral en un espacio rural.
La antropología política ha sido la rama de la antropología para indagar en los sistemas políticos, el poder, el Estado, etc. desde su particular punto de vista disciplinar. Como tal, inicia enfocándose en las formas de poder y gobierno en sociedades denominadas “primitivas”, “subdesarrolladas”, no occidentales, entendidas inclusive como comunidades cerradas. Estos estudios, en su origen y en varios de sus desarrollos posteriores y actuales, han tenido la característica de haber servicio a los procesos coloniales, de invasión y ocupación de territorios y Estados.

No obstante, ha devenido en un esfuerzo por entender las sociedades contemporáneas, asumidas en su diversidad, en la búsqueda de comprender las complejidades que presentan las formas y contenidos actuales del poder, considerando tanto ámbitos locales, como regionales, nacionales y globales, implicando pero también trascendiendo la etnografía (etnografía política) como aquella característica distintiva de la investigación antropológica, y acercándose a lo que podría denominarse un esfuerzo antropológico transdisciplinar por indagar la política y lo político y por comprender al homo politicus: la antropología política como búsqueda disciplinar actual. Asimismo, se ha convertido en una sub disciplina con relaciones y prácticas orientadas y también comprometidas con sujetos de cambio, que buscan a su manera, distintas formas de emancipación ante los embates de poderes imperiales o regímenes de dominación de clase, étnicos, de género, entre otros.

La Antropología Política no abandona la etnografía como característica distintiva. No obstante, ha priorizado el entendimiento de problemas que, finalmente, determinan el marco de necesidad epistemológico, teórico y metodológico para dar respuestas y, desde ahí, aportar al entendimiento del homo politicus. En esa búsqueda y con distinto alcance, se interesa y aporta al estudio del poder, de la política, de lo político, relacionando variables como lo global y lo local, las identidades, las nacionalidades, los sistemas simbólicos, la religión, las ciudadanías, los movimientos sociales, los sujetos, el Estado, el gobierno, las tensiones y conflictos, las construcciones territoriales como ejercicios de poder, etc., tratando de esclarecer relaciones, estructuras, procesos, dinámicas, contradicciones, cambios, prácticas, entre otros aspectos relevantes, que permitan la consolidación, cambio o quiebre en el orden social.

En ese sentido, siendo su carácter de ciencia transcultural y transhistórica y profundamente dialógica entre saberes y conocimientos, ha experimentado un proceso de acercamiento con otras disciplinas con las cuales coincide en objetos y problemas, convirtiéndose en un ejercicio que aporta en dinámicas multidisciplinares, interdisciplinares y transdisciplinares, sin que por ello pierda su carácter o, más bien, con lo cual ha enriquecido sus búsquedas orientadas a entender el carácter del homo políticos en su contexto cultural. Esto también lo ha realizado con los saberes procedentes de los sujetos con los cuales investiga, los cuales no dejan de ser su principal fuente en el enriquecimiento de todos los ámbitos de su desarrollo subsdisplinar.